Resulta que el próximo sábado pasaré por un cambio radical en mi vida de nuevo: me cambiaré de casa.
Y si bien, en esta ocasión no me estoy cambiando de ciudad, sí estoy cambiando bastante mi vida.
Vivir en Estados Unidos no es la cosa más fácil del mundo, hay tantos trámites y cosas legales qué hacer que he llegado a vivir en una confusión constante con tanto papeleo, requisitos y demás demandas para lograr ser 'un ciudadano ejemplar'. Bueno, igual y no ejemplar pero sí dentro del marco legal que se le exige a cada ciudadano y/o residente.
Como sea, la verdad estoy bastante emocionada y al mismo tiempo triste.
Emocionada porque, al parecer, al fin podré tener una vida un tanto más 'estable'; y triste porque tendré que dejar mi tan preciado balcón. Ese balcón que me vio en lo mejor y en lo peor de mi primer año en El Paso.
Puta, de verdad que lo voy a extrañar.
Solo espero que esta nueva 'aventura' sea para mejorar y no para todo lo contrario.
-Seguiremos informando.
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