A Adrián Acevedo (que quede huella de que, antes de ser famoso, fue mi amigo) lo conocí hace 3 años en el Centro de Idiomas de la U.A.de C. Ambos estábamos tomando el diplomado para ser maestros de Inglés. El curso duró dos meses, y en él había individuos de toda clase, estatura y complexión. Y a pesar de que durante todo el mes de Abril no hablamos, el mes de Mayo fue completamente diferente. Fue por una canción que comenzamos a hablar, y nos dimos cuenta de lo mucho que teníamos en común: música, cine, pero sobre todo el teatro. Ambos nos apasionábamos cuando de hablar de teatro se trataba. Y a partir de ahí, yo también fui testigo de muchos acontecimientos de la vida de mi buen amigo. Lo vi crecer y madurar (dentro de lo necesario) para saber lo que era mejor para él. Decidido a ser un actor hecho y derecho, durante estos tres años lo vi ir de taller en taller de teatro, de diplomado en diplomado y de grupo en grupo, siempre con una sonrisa y un positivismo tan propio de él. 'Venga, Rach! Sí se puede!'
Conforme se acercaba el momento de que se fuera, la presión crecía pero el deseo y el ansia de lograr su sueño también lo hicieron. 'Finn' es para mí el ejemplo de que soñar no es suficiente, sino hacer algo para alcanzar esos sueños es lo que se necesita realmente.
Ya sé que es troba, pero esta canción habla exactamente de lo que escribí justo arriba.
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