Debo admitir que llegar a esta edad me causaba muchísimo pánico. Las palabras de mi abuela retumban en mi cabeza: "Si a los 25 no haz logrado nada, o estás en el camino a lograrlo, nunca lo harás. El tiempo que tenías siempre será diferente a cuando eras más joven... Sólo ve a tus primos..."

Comencé a trabajar a los 17 como asistente de maestra, trabajo en el cual duré 5 largos y rápidos años. Durante 2 de ellos fue asistente de departamento cultural, trabajo que, aunque me trajo muchos sin sabores, también me dejó muchísimo aprendizaje. Pero un día decidí partir. Dejé todo; la estabilidad, la gente a la que amo, mi hogar... Y puta, que si dolió... Aún duele... Y duele porque he llegado a los 25 con todas las dudas habidas y por haber.
Llegué sin querer hacerlo, si quiera. Incluso, hay una parte de mí que se mantiene incrédula ante la posibilidad de llegar a los treintas. Pensándolo bien, qué tanto más pueden ser 5 años?
Me detendré un poco en mi pequeño, y un tanto triste, discurso para agradecer a todos aquellos que se tomaron la molestia de felicitarme por cualquier medio, red social o paloma mensajera. Que todos esos deseos tan bonitos que me dedicaron, les sean devueltos en un 1000%.
Sin más por el momento, me despido... Tal vez intente regresar a la 'vida bloggera' en un corto tiempo.